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María del Mar Grandío

María del Mar Grandío (Pamplona, 1979) es profesora en la Universidad de Murcia y experta en el papel de la ciencia ficción en las narrativas transmedia, tema sobre el que ha publicado diversos trabajos.

 

En esta charla, Grandío nos habla de las características propias de la ciencia ficción dentro del transmedia y de algunos de los mayores ejemplos de los últimos años.

 

 

© ElPeriodicum.com

Otros autores, como Jenkins o Gomez, dudan más a la hora de considerar las adaptaciones como una extensión

Las narrativas transmedia de ficción son más prolíficas

En general, los expertos insisten en no hablar de problemas, sino de nuevas audiencias y nuevos desafíos

Rowling se dio cuenta de que tenía que contar con los fans 

 

 

¿Cuál es su definición de transmedia?

 

Más que de transmedia, a mí me gusta hablar de narrativas transmedia, porque hay que entender que vivimos en un contexto mediático en el que tenemos una gran cantidad de medios, tanto tradicionales como nuevos (la tv convive con la radio, las redes sociales, con un montón de aplicaciones...). En este tipo de contextos, realmente lo que vemos que está en boga son las narrativas transmedia, que sería la manera de narrar propia de ese contexto mediático multiplataforma. Por lo tanto, para mí la narrativa transmedia sería un tipo de storytelling que se hace a través de diferentes medios (tanto nuevos medios como las redes sociales, como viejos medios como puede ser la televisión o el cine), y en los cuales (y esto es un poco la diferencia con el crossmedia) esas narrativas tienen una conexión de complementariedad entre soportes.

 

En resumen, sería un tipo de narrativa propia de un contexto multiplataforma en el que hay una conexión entre el contenido y las narraciones de esos medios, sobre todo con una complementariedad.

 

 

Entonces, por ejemplo, las adaptaciones cinematográficas, ¿son transmedia?

 

Sí, yo considero que sí que lo son. Estarían dentro de las narrativas transmedia como una parte complementaria y al mismo tiempo autónoma, porque en una adaptación, aunque va a haber una relación muy directa con la narrativa central, siempre hay una interpretación y una transposición de ese contenido y, por lo tanto, no es idéntica al original.

 

Aquí puede haber diferentes opiniones, pero yo sí que considero que las adaptaciones (los spin-off, los remakes...) formarían parte de un universo transmedia.

 

 

Y hablando en concreto de ciencia ficción, ¿cómo de importante es en las narrativas transmedia?

 

Pues es muy importante. De hecho, al principio únicamente se identificaban como narrativas transmedia las que precisamente provenían de contextos más fantásticos y de ciencia ficción, porque eran los que inicialmente fueron más prolíficas en este tipo de proyectos transmedia. De alguna forma son más proclives, dan más juego.

 

De todas maneras, aunque han sido pioneros, hay que afirmar que en las narrativas transmedia no se incluyen únicamente estos géneros. Podemos aplicar el transmedia a la información, la publicidad o a cualquier tipo de narrativa, independientemente de su contenido y de su función (informativa, de entretenimiento, de persuasión...).

 

Pero sí que es cierto que las narrativas cercanas a la ciencia ficción o a la fantasía han sido las más prolíficas, probablemente por tener unos fenómenos fan muy institucionalizados que lo que han hecho es dinamitarlas de manera positiva.

 

 

No sé si se usted identifica algunas características propias de las narrativas de ciencia ficción…

 

Sí, el que mejor las definió fue Jenkins. Él, cuando sistematizó las narrativas transmedia, tenía en mente la ficción. De hecho en su primera definición habla de ficción. Las más sistematizadas son las que él dijo: complementariedad, autonomía (los elementos tienen que ser complementarios entre ellos, pero al mismo tiempo tienen que ser autónomos), y que cada medio haga lo que mejor sabe hacer.

 

Con esto último me refiero a que, si estás haciendo una narrativa transmedia en la que, por ejemplo, hay una serie de televisión, un videojuego y un perfil en Twitter, tienes que conocer muy bien esos lenguajes tan diferentes. Y, por lo tanto, cada medio tendrá que aportar a ese universo transmedia lo que mejor sabe hacer. Hay que conocer muy bien cuáles son los lenguajes propios de cada uno de esos elementos para sacar el máximo potencial de ellos.

 

 

¿Y le parece que cambia el consumo o la participación de los usuarios en las narrativas de ficción con respecto a otro tipo de narrativas transmedia?

 

Sí. Como dije antes, el género de ficción ha sido el más prolífico porque ha tenido unos fenómenos fan muy instaurados, y eso fomenta la participación. Entonces, sí que es cierto que con la ficción se tiende a generar fenómenos fan de una manera muy rápida. Y lo que se está viendo es que eso está directamente relacionado con la participación de los usuarios. Además son un tipo de audiencia no únicamente participativa en términos de interacción, sino también de creación. Eso hace que probablemente las narrativas transmedia sean más potentes en los universos de ficción.

 

Sería el caso de, por ejemplo, El Ministerio del Tiempo en España, en el que se pone al espectador/fan en el centro. A partir de él se están articulando todas las estrategias creativas (especialmente todo online) que se están organizando de manera oficial. Y sobre todo es por ese gran engagement, por esa gran implicación que tienen los fans. Quien tiene un fandom tiene un tesoro. Porque eso hace que las dimensiones que puedan tener esas narrativas oficiales, se mezclen con otro tipo de materiales procedentes de los fans, y adquieran una magnitud que incluso puede superar las propias expectativas de los creadores.

 

Yo creo que El Ministerio del Tiempo, que siempre ha tenido al fan en el centro, ha superado sus propias expectativas por la capacidad y el dinamismo de su fandom. En ese sentido sí que considero que tienen mayor potencia o que han sabido explotarlo mejor, pero también se puede crear una comunidad de fandom en otro tipo de narrativas fuera de la ficción.

 

 

A la hora de crear un relato transmedia, ¿hay diferencias si la macrohistoria parte de un libro, una película, un videojuego, ...?

 

Bueno, aquí hay que diferenciar entre si la narrativa es nativa transmedia o si se ha hecho transmedia conforme ha ido pasando el tiempo, porque muchos de los grandes universos transmedia que tenemos ahora no fueron originariamente transmedia. Por ejemplo, Star Wars. Ahora mismo es todo un universo transmedia, pero inicialmente partió de unas películas que hizo George Lucas. Y ha ido creciendo, se ha hecho transmedia, se ha ido creando este tipo de contexto mediático en el que cada vez tenemos más medios y, por lo tanto, se puede contar a través de distintos soportes. Lo mismo sucede con otras como El Señor de los Anillos o Harry Potter: no son nativos transmedia, sino que se han ido haciendo transmedia.

 

Entonces, no es lo mismo cuando un equipo tiene que empezar a trabajar en un mundo transmedia cuando ya está creado el universo central (por ejemplo, Juego de Tronos, que viene de los libros y ha ido creciendo el transmedia conforme han ido creciendo sus elementos) que cuando las productoras y los creadores se dan cuenta de que no es que haya que sumarse al transmedia, sino que hay que crear desde el transmedia. Y eso implica que los procesos de creación y de gestión de los universos, sean transmedia desde el principio. Es decir, cuando uno crea, por ejemplo, una Biblia de una serie, tiene que contemplar en ella la posibilidad de otros elementos que complementen ese visionado. 

 

Por lo tanto, yo más que diferenciar por el tipo de contenido (si es o no ficción), a día de hoy lo diferencio entre narrativas nativas transmedia y narrativas que no nacieron siendo transmedia.

 

 

Dice usted que son muy importantes los personajes para las narrativas de ficción, ¿qué características podría tener el personaje ideal de una narrativa transmedia ficticia?

 

Sobre todo, más que la característica del personaje, yo diría de los personajes. Porque precisamente la característica del transmedia es que tiene que haber una complementariedad entre las historias que estás contando, no pueden ser meras adaptaciones. Es cierto que también puedes incluir una adaptación, pero no puedes crear todo un universo transmedia adaptando la misma narrativa. Esto implica que normalmente (y por eso son tan buenos los de ciencia ficción) cuando tenemos universos con un protagonismo coral, o personajes múltiples, eso hace que podamos coger un personaje y podamos contar su historia.

 

La primera premisa es que haya un protagonismo coral, o al menos un tipo de personaje amplio que nos permita narrar historias en diferentes tiempos (como su vida antes de que hiciera lo que los espectadores conocen más). Por ejemplo, en el caso de Star Wars, se va a hacer una novela sobre uno de sus protagonistas, Rey, contando cómo era ese personaje antes del punto en el que se inicia la película. La segunda es que tienen que ser unos personajes con una gran riqueza a la hora de caracterizarlos, porque si un personaje pertenece a un universo y luego lo vamos a extraer de ese universo para poder contar una historia o hablar de algún personaje relacionado con él, tiene que dar de sí. Cuanto mayor sea la riqueza y profundidad en la creación de esos personajes, más fácil será que los relatos complementarios no sean planos y aporten valor. De ahí que a mí me parezca también muy importante el pensamiento de los personajes a la hora de configurar los universos transmedia. Implican unas biografías completas, y sobre todo una relación con el resto de los personajes con conflictos, porque los conflictos son los que mueven las tramas. Y eso evidentemente es un trabajo de guionista y de creación pura y dura, y de narrativa y storytelling tradicional. No porque estemos hablando de transmedia tenemos que olvidar la creación de historias y de personajes clásicos.

 

 

¿Es posible a día de hoy que el periodista utilice el transmedia en sus rutinas profesionales?

 

Si, yo creo que sí. Incluso se están viendo ya aplicaciones como, por ejemplo, la de la gamificación [uso de mecánicas de juego en entornos no lúdicos]; o lo que comentábamos antes de una participación más directa con los lectores o con su comunidad. Y sobre todo yo lo aplicaría a reportajes, porque si queremos hacer una aplicación transmedia se necesita todavía un cierto periodo de maduración para poder articular más elementos de diferentes lenguajes.

 

Lo principal es que cuando un periodista va a hacer ese reportaje tiene que tener en cuenta si va a utilizar audio, o un determinado grafismo, o si va a hacer algún tipo de gamificación para que el lector pueda hacer unha simulación, … El transmedia es completamente aplicable y de hecho hay medios que ya lo están haciendo.

 

 

¿Cuáles son los problemas que pueden acarrear este tipo de narrativas?

 

No es que sea un problema, pero sí que es cierto que todavía no tienen una audiencia masiva. Sí tienen, en cambio, una audiencia significativa, es decir, que se está marcando tendencia. Esa es la idea que hay que tener, que las narrativas transmedia, si están bien diseñadas, pueden ofrecer un tipo de contenido complementario que cada vez vaya sumando a más gente. Porque somos muchos los que pensamos que son, no solo las narrativas del futuro, sino también las del presente.

 

Sobre todo, lo importante es que aumenta la experiencia. Por un lado, mediática, es decir, son propuestas narrativas que dan más contenido a la gente, que además puede elegir cuánto de ese contenido quiere consumir. Y esto también es importante desde el ámbito periodístico. Porque si uno hace una narrativa transmedia, probablemente sea capaz de proponer un tipo de contenido de una manera mucho más implicada, o con mucho más rodaje que si solo se hiciese de una manera tradicional. De este modo, se gana en significado y puedes llegar a hacer que el usuario sea capaz de comprender mejor ese tema que si únicamente lo hubiera leído en un reportaje.

 

Ahora mismo, el consumo de transmedia es verdad que está siendo en audiencias específicas y todavía reducidas, pero cada vez se va ampliando más. Por lo tanto, no lo veo tanto como un problema, sino como una evolución de las audiencias y de las narrativas que se están planteando.

 

 

¿Cómo ve el transmedia en Harry Potter?

 

Me parece una de las franquicias con más desarrollo en la actualidad. Hay que pensar que Harry Potter no fue una narrativa transmedia nativa, sino que proviene de unos libros que tuvieron un fenómeno fan en sí mismos y que luego, al llevarlos a la gran pantalla, se amplió ese universo transmedia.


En ese sentido, lleva una trayectoria parecida a lo que está haciendo también Juego de Tronos y El Señor de los Anillos, aunque sí que es cierto que Harry Potter se dirige a un público más juvenil, mientras que la obra de Tolkien es más amplia. Por un lado han hecho una expansión narrativa para complementar ese universo que proviene de los libros; y por otro, una expansión comercial para explotar un mercado que tienen ahí. Creo que Harry Potter en ese sentido lo ha hecho bien.

 

Sí que es cierto que al principio hubo una falta de conexión con los fans (temas de fan art y demás, en lo que Harry Potter ha sido muy prolífico desde sus inicios) porque en un primer momento su creadora no estaba muy de acuerdo en que estuviese por ahí un tipo de material que provenía de su propio universo. Pero bueno, finalmente Rowling tuvo que declinar y se dio cuenta de que tenía que contar con los fans. Ahora está haciendo cosas muy interesantes. Tiene una gran proyección, por lo que es muy difícil saber cuándo va a acabar. Yo creo que puede haber cuerda para rato, porque tiene un fenómeno fan muy consolidado.

Hasta hace poco, lo más habitual era que un proyecto se convirtiese en transmedia debido a su éxito. Hoy ya son más comunes los nativos transmedia

En el transmedia tiene que haber protagonismo coral
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