Steve Vander Ark
El de Steve Vander Ark (Texas) es un caso curioso. En 2008, cuatro años después de que Rowling premiara su página web The Harry Potter Lexicon como mejor sitio fan, fue a juicio contra la autora por intentar publicar una enciclopedia sobre el mundo Potter. Tanto Warner Bros., como Scholastic, como la propia Rowling habían usado su web como referencia y habían trabajado con él para asegurarse de que el material publicado era adecuado. Sin embargo, cuando Vander Ark trató de convertirlo en un libro, se volvieron en su contra.
Vander Ark nos cuenta cómo vivió este altercado mediático y cuál fue el apoyo que recibió en aquella época, además de analizar la forma en la que ha evolucionado la libertad de los fans desde entonces.
© Steve Vander Ark
Vander Ark confunde en su definición los conceptos de "multimedia" y "transmedia".
Es una opinión generalizada entre los fans que Pottermore ha perdido parte de su encanto en la nueva fase
Los fans no tienen tanta libertad como piensan
¿Cuál es su definición de transmedia?
Seré sincero: nunca había oído ese término antes, así que no podría haberos respondido sin investigar un poco antes. Ahora que tengo una idea general de qué significa, esta es mi definición:
Diría que transmedia es contar una historia usando múltiples medios de manera intencional. Esa es una definición sencilla. Primero de todo, transmedia no es nada nuevo en medios electrónicos. Usar ilustraciones para ayudar a contar la historia de un libro es una forma de transmedia cuando la historia no se puede entender sin esas ilustraciones (por ejemplo, The Journey de Sarah Stewart y David Small, o George Shrinks de William Joyce).
Por otro lado, si expandes el concepto a todo un universo, con múltiples historias, no creo que estemos hablando ya de transmedia. Mi definición personal estaría limitada a la narración de un argumento. Y no he visto nada en el mundo de Harry Potter a lo que pueda llamar transmedia. Se usan muchos medios, pero no he visto ningún ejemplo de una historia que necesite múltiples medios para desarrollarse. No tienes que ver las películas para entender la historia, por ejemplo. Ni tendrás que leer un libro o un blog para entender la obra de teatro.
En 2004, su web The Harry Potter Lexicon fue premiada como el mejor sitio fan por JKR. Cuatro años más tarde, estaba en un juicio contra Rowling por publicar su libro. ¿Cómo recuerda esos días? ¿Tuvo apoyo por parte del fandom?
Estaba en shock. The Lexicon había estado publicado desde el año 2000 y contaba con la aprobación de Rowling, Warner Bros., etc. Con el paso de los años, Warner, Scholastic, Electronic Arts, e incluso la propia Rowling confesaron usar The Lexicon como referencia. Habían trabajado conmigo todo el tiempo para asegurarse de que el contenido de la web era aceptable para ellos. Había borrado y cambiado cosas en la web cuando ellos no querían que algo fuera publicado. Así que tenía todas las razones para creer que el contenido del Lexicon estaba completamente bien.
Es importante remarcar que, de acuerdo tanto con la justicia estadounidense como con la británica, no hay diferencia alguna entre publicar algo en internet, y publicarlo en un libro. En cualquier caso, está considerado como una publicación y, por lo tanto, se aplican las leyes de copyright igualmente. Y que genere o no dinero no es relevante para los derechos de autor. Si había algo que creían que infringía su copyright, habían tenido muchas oportunidades para decírmelo en los siete años previos.
Cuando se opusieron a mi libro, no había nada que yo pudiera hacer al respecto. Los términos de mi contrato le daban a mi editorial la responsabilidad de defender el libro en cualquier proceso judicial. No tenía ningún control de la situación: no era el demandado, simplemente era un testigo de los hechos. Ni siquiera era parte de ello. De hecho, me reuní en privado en Londres con los abogados de Rowling y de Warner Bros. para intentar encontrar una forma de terminar con el proceso, pero no pudimos dar con ninguna forma de que yo pudiera influenciar las cosas debido a mi contrato con la editorial.
La mayor parte del fandom no tenía ni idea realmente de lo que estaba pasando, así que se posicionaron automáticamente a favor de Rowling y en contra de mí. Mis abogados me habían advertido de que no dijera nada públicamente, así que no pude defenderme. No fue un momento agradable.
Sin embargo, muchos de los fan de Harry Potter son muy perspicaces y no caen en juicios rápidos; he tenido un gran apoyo de aquellos que fueron lo suficientemente inteligentes para informarse sobre la historia al completo. Todavía soy amigo de bastantes de esos increíbles fans, y siempre estaré agradecido por su apoyo y comprensión.
¿Por qué se le permitió finalmente publicar su libro?
El juicio sólo establecía que no podíamos publicar ese manuscrito en particular, porque tenía problemas con cosas como hacer demasiadas citas de los libros. Pero libros como estos no solo tuvieron una buena aceptación, sino que empezaron a tener mucha demanda. El juicio dejó claro que los autores no tienen derecho a impedir que otros escriban guías, comentarios, etc. sobre su trabajo. Eso fue realmente una victoria enorme para los fans, porque fue la primera vez que una sentencia declaraba legales las “obras derivadas”.
En cuanto a mi libro, pasé mucho tiempo trabajando en el manuscrito, cambiándolo para que fuese algo aceptable para Rowling. El juicio tardó varios meses en terminar, y en ese tiempo yo reescribí el libro por completo. Después del juicio, teníamos algunas directrices claras sobre lo que era aceptable según la ley de los derechos de autor, así que reescribí el libro de nuevo para acatar el veredicto del juez. Entonces se lo envié a la gente de Rowling (aunque no tenía porqué hacerlo), y ellos estuvieron de acuerdo con el resultado tras alguna edición más. Así que el libro que finalmente se publicó era definitivamente legal y también admisible para Rowling.
En su opinión, ¿en qué punto un texto sobre Harry Potter empieza a ser denunciable?
Realmente no lo sé. El contenido visual corre un riesgo mucho mayor de ser problemático. Por ejemplo, si estás haciendo una varita que es una copia de las que salen en alguno de los largometrajes o haciendo un vídeo a partir de imágenes de las películas, corres mucho más peligro que si estás escribiendo una historia original de fan fiction. Pero la verdad es que no lo sé.
¿Qué piensa sobre Pottermore? ¿Es realmente una web fan? ¿Cuál es la diferencia entre Pottermore y los sitios fan?
No, definitivamente no es un sitio fan, y es un poco molesto cuando los “corresponsales de Pottermore” escriben como si fueran fans. Definitivamente son personas que escriben desde dentro y que tienen acceso a Warner Bros. y a Rowling, a los sets de rodaje, y etcétera. Además, escriben para atraer a un grupo demográfico en particular: las chicas adolescentes. Eso significa que alinean a una gran parte del fandom. Desearía que usasen su posición para darnos información realmente útil, y que hablasen “oficialmente”. Escribir como chicas fans adolescentes es muy falso.
El sitio ha pasado de estar muy centrado en los libros, a ser un anuncio de la versión/visión de la historia de las películas, lo que es triste. Dicho esto, todavía me gusta mucho Pottermore, y lo sigo visitando casi todos los días para mantenerme al tanto del desarrollo de la última película y de la obra de teatro. Simplemente me gustaría no encontrar tanto material estúpido y no canon que hay que ir esquivando.
En su opinión, ¿cuánta libertad tienen actualmente los fans a la hora de crear contenido sobre el mundo de Harry Potter?
La mayor parte del contenido creado por fans viola los derechos de autor, sobre todo si es visual. Estoy seguro de que la mayoría de los sitios web, por ejemplo, no tienen permiso para usar imágenes de películas. Así que, legalmente, los fans no tienen ni de lejos tanta libertad como piensan. Sin embargo, Warner Bros. decide mirar hacia otro lado, así que en la práctica tienen un poco de libertad. El resultado de la demanda, en realidad, ayudó a los fans, declarando por primera vez que los trabajos colaborativos, los comentarios, y otras guías, eran legales; y todo eso ayudó a su vez a apoyar el argumento de que los fan fictions también son legales. Si la sentencia hubiese sido al revés, la libertad de expresión de los fans habría estado en serio peligro.
La mayor parte del fandom no tenía ni idea realmente de lo que estaba pasando
En español, el libro se publicó como La Enciclopedia