Heather Lawver
Heather Lawver (Carolina del Norte, 1985) era todavía una niña cuando, hace casi 15 años, decidió convertirse en la voz de toda una generación de fans de Harry Potter que protestó contra el excesivo control de Warner Bros. sobre las creaciones acerca de Potter. Gracias a ella, hoy los fans tienen mucha más libertad para crear contenido basado en las historia de Rowling.
Hablamos con ella sobre cómo recuerda aquellos días y sobre cómo ve en la actualidad la libertad creadora de los fans.
© Dawn Gardner Photography
Lawver siempre ha sido una firme defensora de los derechos de los fans, y continúa creyendo que, pese a los avances, Warner sigue sin respetarlos como es debido
Cuando veo la libertad que los fans tienen hoy en día, me siento orgullosa
¿Cuál es su definición de transmedia? ¿Hasta dónde llega?
Para mí, transmedia es una mezcla de culturas. Es encontrar inspiración en la creatividad de otras personas. Toda creatividad es, en cierta medida, derivativa. Lo que hace al transmedia algo tan único es que presenta derivación siendo algo directo y honesto sobre nuestra fuente de inspiración. Agasaja la creatividad de otra persona adoptándola, quizás incluso combinándola con la creatividad de otra persona, todo para crear algo nuevo. Al final, seleccionamos lo conocido y trabajamos sobre ello, añadiendo nuestra propia perspectiva, para crear algo que es novedoso pero a la vez resulta familiar.
También creo que el transmedia es una gran herramienta educativa. Cuando alguien usa su “músculo creativo” por primera vez, puede ser muy intimidante tratar de crear su propio Hogwarts o Tierra Media. Igualmente, tampoco le pediríamos a un atleta principiante correr una maratón el primer día. Lo mismo pasa con la creatividad. Transmedia es un buen ejercicio para empezar, un buen entrenamiento para perfeccionar nuestra capacidad creativa. Los mundos creados por otros autores y artistas proporcionan un espacio cómodo, familiar y seguro donde poner a prueba nuestras propias capacidades artísticas. Transmedia es la perfecta caja de arena para jugar hasta que estamos cómodos y tenemos la suficiente seguridad para crear algo por nuestra cuenta.
En su opinión, ¿en qué punto empieza a ser denunciable un texto de Harry Potter?
En Potterwar, reconozco que Warner Brothers tiene derecho a proteger su propiedad y su habilidad de ganar dinero gracias a ello. Pero aquí viene la pregunta: ¿el transmedia les ayuda o, por el contrario, frena su oportunidad de mercado? La mayoría del transmedia, en mi opinión, está libre de publicidad y es útil. Pero traspasa el límite cuando empieza a alterar el propósito original o cambia la audiencia de la franquicia en cuestión.
Harry Potter es una franquicia apta para toda la familia y la percepción pública de esto afecta directamente a la habilidad de Warner Brothers para hacer dinero. Si una pieza de fan fiction retratara a Harry Potter de una forma explícitamente sexual o pornográfica, eso podría causar un distanciamiento en la percepción pública de Harry Potter. Te arriesgarías a que cuando la gente escuchara “Harry Potter”, pensara en algo atrevido en lugar de algo apto para niños. Eso limitaría directamente la capacidad de Warner para ganar dinero y sería un grave problema. Se trata de respetar la audiencia original de la pieza en cuestión y también respetar los derechos del autor y/o del dueño actual del producto. El problema surge cuando una derivación de ese trabajo se arriesga a provocar un distanciamiento de la audiencia original. Si eso ocurre, el dueño está en su derecho de proteger su trabajo y sus ganancias, después de todo el esfuerzo empleado en crearlo.
En resumen, es necesario ponerse en el lugar del creador. Siempre me hizo gracia la rapidez de los artistas transmedia para usar el trabajo de otros, mientras al mismo tiempo se comportan de forma ultra protectora con el suyo. Todo cambia cuando hablas sobre cómo otros utilizan algo en lo que tú has invertido tiempo, corazón y alma. Mi esperanza es que mirásemos las obras desde el punto de vista del autor original y nos preguntásemos a nosotros mismos cómo nos sentiríamos sobre un trabajo derivativo si alguien más usase lo que hemos creado. Creo que ese ejercicio de empatía nos ayudaría a responder muchas de las cuestiones sobre dónde está la línea entre el transmedia aceptable y el que merece ser denunciado.
¿Qué la llevó a liderar las Potter Wars?
Para mí, las Potter Wars consistían en proteger los derechos de los niños para hacer online lo que llevan haciendo durante décadas: crear clubs de fans y proporcionar publicidad gratuita a sus historias favoritas. Allá por los años 50, mi tío usó su casa del árbol para poner en marcha un club de fans sobre Howdy Doody, para que todos los niños del vecindario pudieran ir allí y hablar sobre lo genial que era su espectáculo de TV favorito. Los sitios fans de Harry Potter eran bastante parecidos a eso, solo que actualizados con las nuevas tecnologías. El ordenador e Internet reemplazaron la casa del árbol en el vecindario. Los niños estaban simplemente reuniéndose online para compartir su amor por su libro preferido. Nada de eso obstaculizaba la capacidad de Warner Bros. para vender Harry Potter. De hecho, en mi opinión, los niños estaban ayudando a llenarle los bolsillos a Warner. Warner estaba anticuado y necesitaba ser educado sobre los nuevos comportamientos y las nuevas formas de reunirse y expresarse de sus clientes.
Las Potter Wars fueron una dolorosa lección para Warner, pero al final, les hicieron conscientes del cambio radical que se había producido en la forma en la que los clientes interactuaban con sus productos. De hecho, pocos años después de las Potter Wars, uno de sus ejecutivos me dijo que las lecciones que aprendieron del boicot les posicionaron al menos una década por delante de sus competidores en la preparación y la comprensión de Internet, la cultura participativa, y en cómo ambas pueden ser un beneficio masivo en lugar de un obstáculo.
Fue la voz de una generación de fans. De acuerdo con usted, ¿cómo de importante es el papel fandom en contra de las decisiones o las acciones emprendidas por las editoriales o las productoras? ¿cómo de importante cree que fue en el caso de Harry Potter?
¡Gracias por el cumplido! El fandom siempre debería estar en el primer plano para cualquier autor, editor, productor o director. ¿Por qué? Porque tu fandom está formado por tus más ardientes seguidores. Tanto pueden ayudarte como romperte. Si trabajas con ellos, tendrás un ejército atento, preparado y dispuesto a cantar tus virtudes a una audiencia mucho más amplia de la que podrías haber conseguido por tu cuenta. Si trabajas contra ellos, si los das por supuesto, te arriesgas a perderlos incluso antes de que existan. Tu franquicia tanto puede quedarse en nada como convertirse en un icono cultural. Todo depende de cómo trates a tus seguidores. En el caso de Harry Potter, la implicación de los fans fue total.
Cuando el primer libro de Harry Potter salió a la venta en Estados Unidos, Scholastic no invirtió lo suficiente en marketing. Fue solo un libro más. No hubo ni pósteres en librerías, ni una gira con la autora, ni charlas, … nada. Ahora, lo primero que ves cuando entras en la tienda principal de Scholastic en Nueva York es una inmensa escultura de Harry Potter buscando la snitch dorada. Este cambio fue posible gracias a los fans, y ellos lo admitirán.
Con el paso de los años, sin embargo, ha habido algunos enigmas. Creo que las películas son uno de los mayores misterios que Warner Brothers ha tenido. En los primeros días de preproducción, vieron que podría ser rentable incluso antes de haberse dado cuenta de la presencia de los fans, y actuaron en consecuencia. No escucharon a J.K. Rowling, ni escucharon a los fans y, en cambio, contrataron a gente para el equipo productivo que había admitido que ni siquiera se había leído los libros, o peor, había admitido que no les gustaban. Y para los fans de entonces, esto era evidente. Una de las primeras imágenes de la primera película en filtrarse fue una fotografía de la cabaña de Hagrid en el set. Warner Brothers nunca lo podría haber visto venir, pero esas imágenes, las cuales ellos creyeron que nos entusiasmarían, nos pusieron furiosos. ¿Por qué?
La cabaña de Hagrid estaba hecha de piedra. En el libro, uno de las líneas argumentales secundarias tiene que ver con Hagrid cuidando de un dragón. Que escupe fuego. Y él vive en una cabaña de madera. Eso lo habría echado todo por tierra. Aún así, al equipo de producción de la película no le importó. No se interesaban por los pequeños detalles por los que los fans se desvivían. Y eso marca la diferencia. Los fans ven esto como una falta de respeto y dedicación no solo hacia el trabajo original, sino también hacia ellos mismos. Por eso, todavía hoy soy incapaz de soportar las películas de Harry Potter. Por este motivo, y por otras pequeñas razones que me marcaron. La indiferencia del equipo de producción está presente en cada frame.
Esto contrasta con otra película que se estaba haciendo precisamente al mismo tiempo: El Señor de los Anillos. Cada frame está lleno de los más pequeños detalles que solo el más ardiente fan de Tolkien podría percibir. El motivo es que estaba hecho por y para fans. Todo el mundo involucrado en esa película amaba todas y cada una de las cosas que J.R.R. Tolkien había escrito. ¡La mayoría de ellos podía hablar élfico, por amor de Dios! Este tipo de amor es inconfundible. Como era de esperarse, las películas de El Señor de los Anillos hicieron una mejor recaudación, con mejores audiencias, obtuvieron más premios y reconocimientos y mayor apoyo del fandom.
Este es el mayor consejo que desearía que más autores, productores, directores y estudios aprendiesen de los primeros de días de Harry Potter y de las Potter Wars específicamente.
Respeta a tus fans. Cuando lidies con una gran base de fans, úsala en tu favor. Reclútalos como ayuda. Úsalos como la herramienta milagrosa que son. Nada es más contagioso que el amor, así que llena tus proyectos del profundo amor que todos y cada uno de los fans han vertido en él.
En su opinión, ¿cuánta libertad tienen hoy en día los fans para crear contenido sobre el mundo mágico?
La libertad que los fans tiene hoy en día para crear contenido sobre Harry Potter es casi ilimitada. Después de las Potter Wars, Warner ha llegado poco a poco a darse cuenta del valor que ofrece una base de fans. La inmensa mayoría de los fans aman y respetan la intención original de Rowling para la audiencia de Harry Potter, y están dispuestos a jugar dentro de ella. Dentro de este ámbito, su libertad creativa no tiene rival. Muy pocas franquicias acogen y apoyan tanto a sus fans. Cuando veo la libertad que los fans tienen hoy en día, me siento orgullosa de haber sido una pequeña parte de ello. Pero lo más importante es que me recuerda a mi querido compañero de crímenes, Alastair Alexander. Él fue mi socio en las Potter Wars y el boicot no habría tenido éxito sin él. Sin embargo, nunca se lleva el crédito que se merece, porque yo fui la única que sirvió de portavoz de la campaña. Lamentablemente él falleció hace unos años y, para mí, la libertad de la que disfrutan los fans de Harry Potter hoy en día es el legado de Alastair. Le sobrevivió su hijo pequeño y espero que, por su bien, los fans de Harry Potter de todas partes recuerden cuánto le deben a su increíble padre.
¿Qué opina de Pottermore? ¿Realmente es una web para fans? ¿Cuál es la diferencia entre Pottermore y los sitios fans?
Honestamente, no creo que Pottermore sea un sitio fan. Creo que es una iniciativa de marketing que nunca entendió del todo a su audiencia. Sí, ¡incluso ahora siguen cometiendo esos errores! Recuerdo la primera vez que la vi (Pottermore había prometido toda clase de detalles ocultos y contenidos exclusivo por los que los fans que habían crecido con la saga estaban desesperados). Sin embargo, escondieron ese contenido detrás de juegos que parecían diseñados para niños de 10 o 12 años. Claramente los creadores del sitio no fueron capaces de decidir quién era la audiencia: ¿estaban dirigiendo el marketing hacia los nuevos lectores de Harry Potter, o hacia los fans que habían crecido con él y que eran ahora más mayores? No pudieron decidirse, ni reconciliar a ambos, y terminaron con un lío que frustró y aburrió a los fans mayores, y confundió a los más jóvenes que aún no habían terminado de leer los libros.
Pottermore ha ido lentamente a mejor. Pero al final, sigue siendo una web de marketing. Todavía no ha trabajado lo suficiente para atraer a todos los fans de Harry Potter. Pero al menos está mejorando.
Para mí, la diferencia principal entre Pottermore y un sitio fan es puramente un asunto de definición. ¿Está hecho por fans? Si es así, entonces es un sitio fan. ¿Está hecho para fans? Entonces es un sitio oficial de marketing. Simplemente.
Eso no significa que los sitios de marketing no puedan ser sitios fan en sentimiento. Pero al final, al menos para mí, puedo sentir la diferencia. ¿Fue un sitio creado en base a un amor fan puro e instintivo? ¿O fue creado por un comité de trabajadores que han tenido que pasar por un millón de reuniones para decidir cada uno de los detalles? Al menos yo, puedo diferenciar fácilmente cuál es cuál. No importa cuán duramente lo intente una compañía, creo que por su propia naturaleza va a tirar más hacia lo segundo que hacia lo primero. ¡No es que sea una mala cosa! Es solo lo que son. Necesitan apoderarse de ello, ser oficiales, reconocer a su audiencia, y darle a esa audiencia lo que quiere. Y entonces, dejar que los fans lo cojan, se apoderen de ello, y permitirles que hagan el resto.
Transmedia es encontrar inspiración en la creatividad de otras personas
Potter Wars es el nombre con el que se conoce al boicot que llevaron a cabo los fans de la saga contra la primera película como protesta por los problemas que les ponía Warner cuando intentaban crear su propio contenido sobre el universo Potter